lunes, 14 de agosto de 2017

MIRADOR DE SAN JUAN DE LAS ARRIBES ( MIRANDA DO DOURO - PORTUGAL)


Serpenteando por el noroeste de la península Ibérica, el rio Duero deja a lo largo de sus casi 900 Km un buen puñado de lugares idílicos en los que disfrutar de su entorno. Es en la frontera entre España y Portugal a la altura de las provincias de Zamora y Salamanca, donde el rio con su fuerza y los siglos, ha escavado su curso en el terreno, estrechando su cauce y corriendo entre las escarpadas paredes que ha formado. Son los Arribes del Duero, un tramo espectacular rodeado de naturaleza singular y bonitas poblaciones que forma uno de los Parques Nacionales más interesantes de la península.

Se conocen popularmente como los fiordos españoles, y lógicamente, salvando las distancias tanto de definición como estéticas, lo cierto es que son un paisaje digno de ver.

De formación muy diferente a lo que sería un verdadero fiordo. Las Arribes del Duero son el resultado de dos grandes obras, la primera la de la naturaleza, que como comentamos hace un momento se alió con el tiempo para escavar sin prisa pero constantemente en la roca. La segunda la humana, ya que durante la dictadura franquista, España decidió que estas aguas eran muy aprovechables para producir energía eléctrica debido al gran desnivel por el que transcurre el rio, y así, pese a la oposición inicial de Portugal, ya que este tramo discurre por dominio compartido, hace unos 90 años se construyeron varias presas en este tramo, dos españolas y tres portuguesas provocando que las aguas eleven su nivel creando el paisaje que veis en la foto.

Los arribes del Duero se extienden a lo largo de un trayecto de más de 100 Km, con todo tipo de paisajes, a veces encontraremos tramos más abiertos como el que veis en la foto, y otras veces paredes escarpadas. Muchos de los tramos pueden ser visitados fluvialmente a través de excursiones en barco en las que verdaderos científicos dedicados a la conservación de las especies del Parque Natural, guiaran vuestra visita.

Pero también podemos hacerlo por tierra, ya que a lo largo de su recorrido cuentan con multitud de miradores que no solo nos darán unas increíbles vistas si no que algunos de ellos también nos pueden dar unos buenos momentos de tranquilidad en plena naturaleza, sobre todo los que no tienen acceso rodado.

Este que veis en la foto, está situado en la parte portuguesa de las arribes, arribas como se denominan en portugués. Desde la bonita localidad de Miranda do Douro, partimos temprano en un soleado día por una ruta que discurre bastante cerca del curso del rio, tras una amena caminata llegamos a este mirador, de nombre São João das Arribas en el que está situada la ermita que le da el nombre. A su alrededor un área recreativa, perfectamente equipada y con agradecidas sombras que proporcionan sus árboles. Un buen lugar para descansar, comer y tomar fotos de la zona, que por la época del año en el que la visitamos, febrero, estaba totalmente desierta.

A la vuelta, llegamos a tiempo para asearnos en el hotel y dar una vuelta en barco, de la que volvimos con un hambre atroz que nos llevó a degustar un exquisito bacalao en un concurrido restaurante cerca del hotel. Un día perfecto que daba comienzo a un fin de semana también perfecto por la zona.

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