miércoles, 1 de febrero de 2017

GUERREROS TERRACOTA (XI´AN-SHAANXI-CHINA)



Cuentan las historias en China que a principios del siglo XX, un campesino de Xian empezó a cavar un gran foso en busca de agua, pero en su lugar, se topó con una misteriosa cabeza de una estatua, asustado tapó de nuevo el foso y puso pies en polvorosa, también se cuenta que otro campesino tiempo después hizo el mismo hallazgo pero en su lugar desenterró por completo la estatua, la colgó de un árbol y empezó a apalearla para alejar a los malos espíritus.

Son historias que se pierden en la ya lejana historia de tiempos convulsos para el gigante asiático. Lo cierto es que no fue hasta 1974 cuando otro campesino de nombre Yang Zhifa acuciado por las terribles sequías que sufría por entonces la región de Shaanxi, empezó junto con sus hermanos a buscar agua por la zona, cuando de repente toparon de nuevo con una de las estatuas. Como si de experimentados arqueólogos se tratara, los campesinos siguieron escavando movidos por la curiosidad descubriendo más objetos, por lo que imaginaron de debía de tratarse de algo importante e informaron a las autoridades.

Cuando los expertos llegaron a la zona empezaron a barajar hipótesis, la más aceptada es que esos guerreros formaban parte de la cercana tumba de un emperador… Qin Shihuang Di, el primer emperador de China. Pronto según avanzaron las excavaciones, la hipótesis se confirmó, miles de guerreros en formación de ataque aparecían ante los atónitos ojos de los arqueólogos, todos con facciones diferentes, no había uno igual, todos armados, todos “protegiendo” la tumba del emperador y no se habían documentado en ningún texto relacionado con el túmulo donde descansaba Qin Shihuang Di.

Hasta nuestros días han aparecido más de 8000 estatuas, con uniformes diversos de acorde a su rango, y como hemos dicho todos diferentes entre sí, una titánica obra más del país, que por supuesto también sirve como reclamo turístico. Dispuestos en 3 fosos, el primero, que es el que podéis admirar en la foto, es el más antiguo y también el más grande y el que más guerreros en “perfecto” estado alberga.

Llegábamos por la mañana al aeropuerto de Xian procedentes de Pinyao, nuestra tercera parada del viaje se antojaba fascinante, y no queríamos perder tiempo, nada más salir por las puertas con el equipaje a nuestras espaldas un puñado de taxistas se dirigió rápido a nuestra posición, tras regatear con ellos un precio fijo por llevarnos a la exposición y luego al hotel, subimos en uno de los taxis que se comprometió a esperar todo el tiempo que hiciera falta y guardarnos el equipaje mientras, cosa de la que al principio no nos fiábamos mucho pero que luego comprobamos que su palabra era más que sincera (incluso luego volvió para devolvernos un móvil extraviado).

Entramos en la exposición abarrotada de excursiones y admirábamos las estatuas, en ese primer foso se podía ver como decenas de arqueólogos trabajaban en la restauración de nuevos guerreros, el recinto es inmenso y conecta fácilmente todos los fosos, incluso luego puedes acercarte a un museo con cantidad de cosas curiosas sobre el tema. Muy satisfechos terminamos nuestra visita y pusimos rumbo a Xian para acomodarnos en un fabuloso hotel.

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