viernes, 25 de noviembre de 2016

ROCA DE LA VIRGEN (BIARRITZ - AQUITANIA - FRANCIA)


Para la vuelta de nuestra expedición al Hellfest 2015 en Clisson decidimos hacer noche en Biarritz, la cual yo tenía pendiente de ver un poco más a fondo, ya que hacía unos años había estado en ella solo unas horas de paso hacia las Landas y me había gustado mucho.

Biarritz situada en la región de Aquitania, está a “tiro de piedra” de España, y como toda la región costera de Aquitania cuenta con extensas playas donde las olas hacen que la práctica del surf sea una maravilla para sus aficionados. Esta característica hace que la ciudad tenga, sobre todo por los meses estivales, una vida diurna y nocturna muy animada.

A esto hay que añadirle que la ciudad es muy pintoresca con numerosas calas escondidas por caprichosas formas de las rocas de su paisaje costero, y numerosos edificios tanto clásicos como modernos repartidos por ella. ¿Queréis más? pues hay más, su gastronomía como la de toda la región es exquisita y si nos cansamos de playa podemos adentrarnos hasta el interior de la región para disfrutar de extensos bosques compuestos en su mayoría por Pino marítimo (Pinus pinaster).

Nosotros llegamos después de comer, elegimos para alojarnos un económico hotel a las afueras, y tras reponernos un poco de cuatro días de festival, decidimos acércanos a dar una vuelta visitar la zona costera de la ciudad y cenar antes de volver al hotel.

Cuando uno camina por la zona no puede dejar de arrimarse a la orilla del mar para disfrutar de las impresionantes vistas, y así fuimos desde la enorme y ventosa playa de Côte des Basques en la que muchos surfistas ya recogían sus bártulos, hasta la La Grande Plage, y pese a no ser una distancia muy grande tardamos varias horas, observando y parando a cada instante.

Por el camino decidimos tomar una cerveza en el Eden Rock bar situado en la zona más céntrica y animada de la línea costera, el Port Vieux, desde aquí las vistas son magníficas y se observa uno de los monumentos más famosos de la ciudad, la Rocher de la Vierge (la roca de la virgen), que es lo que podéis apreciar en la fotografía.

Según la leyenda, en el siglo XIX, en medio de una enorme tormenta un rayo de luz permitió que un barco, desorientado, regresara a puerto, así los pescadores creyendo que se trataba de un milagro erigieron una estatua de la virgen en esta roca.

El puente que apreciáis en la fotografía y que conecta el diminuto islote a tierra recibe el nombre de Puente Eiffel, en honor al arquitecto Gustave Eiffel que se encargó de diseñarlo, el mismo que también diseñó la torre que lleva su nombre en Paris. Cruzar la pasarela y acercarse al islote es una actividad totalmente recomendada para obtener unas increíbles vistas de la costa, e incluso si nos encontramos con un día despejado podemos ver las costas del Pais Vasco en España.

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