miércoles, 28 de septiembre de 2016

LAGO SORAPIS (DOLOMITAS DE BELLUNO - ITALIA)


Tras un buen desayuno en el hotel, salimos directos al Passo Tre Croci, el GPS marcaba unos 80 Km y pensábamos que estaríamos ahí en poco tiempo, pero el día anterior las carreteras de los Dolomitas ya nos habían dado un aviso, en Agosto es tanta la cantidad de gente por esta zona que se forman atascos que ni en la salida de las grandes ciudades al inicio de las vacaciones. Sus carreteras están muy bien cuidadas aunque obviamente son de montaña, por lo tanto nos encontraremos con subidas y bajadas a innumerables puertos, y en pleno agosto se colapsan de coches, autobuses, motos y ciclistas que quieren aprovechar el día en estas fantásticas montañas.


Así la travesía hasta el Passo Tre Croci fue lenta aunque a cambio obtuvimos un relajante paseo observando las maravillas de la naturaleza que esconden los Dolomitas.

Cuando llegamos a Tre Croci el aparcamiento era ya difícil, kilómetros de coches aparcados ya en los arcenes hicieron que el principio de nuestra ruta se situara unos dos kilómetros primero de lo que normalmente seria habitual.

No nos importaba, las nubes en ese momento cubrían el cielo haciendo que la temperatura fuera muy agradable. La ruta camino del Rifugio Vandelli sigue el sendero 215, que nos lleva por los más variados paisajes, bosques de coníferas dan paso a escarpadas subidas incluso a veces tendremos que hacer uso de unas escaleras metálicas instaladas hábilmente y que en estas fechas exigen dejar paso a la gente más madrugadora que vuelve.

Luego estrechos senderos dan la oportunidad de observar unas magníficas vistas de frondosos bosques y de un acantilado no apto para gente con vértigo, aquí en algunos puntos se instalaron cables de acero en las paredes de piedra para aumentar la seguridad de los senderistas dado que el agua de escorrentía y subterránea, aflora en alguna de las paredes haciendo pequeños tramos del terreno resbaladizos.

Una vez superado ese tramo difícil, caminamos de nuevo por bosques hasta llegar al refugio Vandelli, donde la gente se relaja y dan cuenta de su comida, ya sea la suya propia o los apetitosos platos que sirven en el refugio. Ahí una fría cerveza sirve como recompensa a la caminata.

Pero el objetivo de la ruta no debe ser solo llegar al refugio, poco más allá a unos pocos metros el excursionista puede admirar uno de los lugares más impresionantes que he visto en mi vida. El lago Sorapis, es el verdadero objetivo de esta ruta, rodeado de imponentes montañas y bosques, nada más llegar uno se queda maravillado, un lago en calma, con un color turquesa intenso, tanto que parece irreal, este color viene de los sedimentos que se depositan en el procedentes de las montañas que lo rodean, la dolomita que las compone se ve lavada por el agua y llega por medio de innumerables regueros al rio, depositándose en el agua tranquila del lago, al darle la luz del sol crea ese color tan bonito que veis en la foto.

La orilla del lago que queda nada más llegar a él desde el refugio suele estar abarrotada de gente, pero si se bordea el lago y se llega a la otra orilla uno puede disfrutar tendido en el prado o en las mismas piedras de la orilla, remojar los pies en el y deleitarse con las impresionantes vistas. No queríamos volver, estábamos en el paraíso, pero amenazaba lluvia y quedaba desandar el camino.


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